Cuando el silencio duele
Y ahí estaba yo. Leyendo ese mensaje una y otra vez.”Ya no hablamos”. Sonaba en mi cabeza como que era algo que yo había hecho, que yo había sido el que había alejado la conversación. Sí, efectivamente, había sido yo el que ya no respondía como antes. Sí, era yo el que había puesto el muro de por medio, pero tenía mis motivos. Tenía una lista de motivos por los cuales nuestra conversación ya no era como antes.
12 de agosto del 2023
¿Cómo poner nombre al hecho de que, no solo te den plantón, si no que encima no respondan a ninguno de tus mensajes, pero si vean todas tus historias en redes sociales? ¿Acaso lo que sienta la otra persona no importa? Sentí rabia, furia, ira al saber que la persona que me había hecho estaba buscando quedar con otras personas mientras a mí me hacía el vacío, me ignoraba.
6 de noviembre del 2023
Fue este día en el que entendí que se siente al ser plantando, de nuevo, en un día que es especial para mí: mi cumpleaños. Los cumpleaños empezaron a tener sentido para mí desde hace poco, y poder celebrarlo en una ciudad que me encanta, con gente que adoro, prometía ser el mejor plan del mundo, pero se volvió a repetir la misma historia. Volví a ser ghosteado en mi cumpleaños. Pero esta vez no sentí rabia, ni ira, ni furia, sino tristeza, mucha tristeza.
25 de abril del 2024
Ahí estaba yo, esperando en Atocha a que llegase esta persona, pero una voz en mi cabeza me decía que algo malo iba a pasar. Y efectivamente, pasó. Minutos antes de que el tren entrase en la estación recibí la llamada que confirmaba lo que mi cabeza estaba diciendo. Pero ahora, una nueva emoción se había despertado dentro de mí: decepción. Decepcionado porque pensaba que esta vez las cosas iban a ser distintas. Decepcionado porque había sacado entradas para mi museo favorito y había movido Roma y Santiago para poder pasar tiempo con esta persona.
¿Era yo la única persona que recibía este tipo de trato? ¿Estaba todo en mi cabeza? ¿Qué pasa con lo que yo sienta? ¿Acaso merecía todas y cada una de estas faltas? Y la última pregunta: ¿alguna vez signifiqué algo para esta persona?
Por supuesto que ya no hablamos como antes, pero cada silencio entre nosotros es un golpe más profundo. Mi confianza en ti se ha desvanecido, arrastrada por el dolor, y duele tanto que a veces no sé si alguna vez estuvo ahí. Es desgarrador perder la fe en la persona a la que consireraba "mi persona favorita", alguien que fue mi refugio y ahora solo es un recuerdo lejano. Cada vez que lo pienso, siento cómo mi corazón se rompe un poco más, cómo se hunde en una tristeza infinita que no me deja respirar, como si con cada pensamiento perdiera un pedazo de mí mismo que jamás podré recuperar.