El baile de los diseñadores
el baile de los diseñadores
y el ganador será el último en sentarse
Suena la música en los salones de baile. Corren los ríos de Champagne de la mejor calidad. Un círculo de gente en el centro de la pista, el baile de las sillas. sillas que simbolizan las grandes casas de moda. Carolina Herrera con Wes Gordon, Nicolas Ghesquiere sentado en la poderosa silla de Louis Vuitton, Anthony Vacarello rezumando una sexy indiferencia en la silla de Saint Laurent. De repente, la música cambia, se nota la tensión en el ambiente, Virgine Viard se levanta, y sin avisar a nadie, abandona la joya de la corona, la silla de Chanel. Los ojos acechan, las miradas se cruzan en la sala. Se ve a Jeremy Scott poniendo ojitos a la silla, a Jacquemus danzando junto a ella. en medio de todo esto, Pierpaolo Piccioli se levanta de Valentino y casi sin pestañear, Alessandro Michele ocupa su lugar, cediendo su asiento en Gucci a Sabato de Sarno. La música sigue, más gente se mueve. Sarah Burton renuncia a Alexander McQueen y todo apunta a Givenchy. Pero no ocurre nada. Sigue la música, las sillas se van ocupando, pero de repente, alguien lanza un rumor. John Galliano, el magnífico, el creador de los creadores, parece que no quiere renovar su contrato con Maison Martin Margiela. ¿Qué puede significar esto? Repasemos las maisons que ya no tienen a nadie al cargo de la dirección creativa: Chanel, Tom Ford, Dries Van Noten y Givenchy.
Chanel, una casa con mucha historia y un pasado sólido, representa un desafío para cualquier diseñador que desee dejar su huella en la marca. Con elementos clásicos como el tweed, las perlas, el "little black dress" y el icónico logo de las dos "C" entrelazadas, la marca ha sido moldeada por figuras influyentes como Gabrielle Chanel y Karl Lagerfeld. La presión heredada por la actual diseñadora, Virginie Viard, es palpable, al igual que en Givenchy, una firma asociada con la legendaria Audrey Hepburn. En este contexto, mantener la esencia e innovar se vuelve fundamental. En contraste, Dries Van Noten se distingue con una visión más abierta, fusionando elementos de lujo bohemio con un enfoque ecléctico en patrones y colores para destacar su singularidad. Por otro lado, Tom Ford, con su enfoque en la sensualidad y el glamour de Hollywood antiguo, ofrece un terreno fértil para aquellos diseñadores que buscan explorar este estilo, aunque con la carga de altas expectativas esperando a ser cumplidas.
Entonces, con las cuatro grandes sillas vacías, la pregunta es…¿quién las ocupará?